Siempre se nos ha enseñado que debemos ser líderes, que debemos influencia y sacar lo mejor de los demás para lograr un objetivo específico que debe ser compartido por lo demás. Lo anterior es una definición más o menos común y resumida de lo que es el liderazgo, sin embargo cuando interponemos el Ego casi siempre el liderazgo se puede, a continuación comparto mi punto de vista al respecto.

El Ego es una personalidad que ponemos a dirigir nuestra vida y acciones, que tiene una característica especial – y es que negamos su existencia

Mi punto de vista tiene que ver con el hecho de que el liderazgo se ejerce cuando tienes control sobre tus acciones y emociones, sin embargo cuando el ego se interpone nos dirige el “yo” y cuando llegamos al “yo” perdemos liderazgo. El ego nos aparta del beneficio común por que busca el beneficio propio.

Existen muchos caso en donde el ego se hace presente, por ejemplo la frase que mucho nos enseñaron “Si quieres hacer algo bien, hazlo tu mismo”, es un ejemplo más que claro que hemos puesto a ese personaje, “nuestro ego” a conducir nuestras acciones, la pregunta esencial es cómo podemos ejercer el liderazgo cuando no somos responsables de nuestro actos, nos volvemos seguidores y lamentablemente de alguien que no tomas las mejores decisiones.

El aspecto más importante a considerar y que es súper difícil de identificar es que el Ego es una autonegación por definición, entonces ¿cómo y cuándo nos daremos cuenta que hemos cedido el control de nuestras acciones? Los expertos concluyen que un autoanálisis frecuente de nuestras acciones nos puede ayudar a detectar comportamientos extraños o erráticos, es ahí donde la conciencia debe entrar y obligarnos a tomar nuevamente el control. El pedir retroalimentación es también vital, sin embargo esto nos puede hacer caer en una trampa peligrosa que es “un líder no requiere de nadie más” “es autosuficiente”, ¿lo identificamos? Nuevamente estamos poniendo al ego enfrente y eso nos impedirá darle una solución.

El ego es algo con lo que ya nacemos, esta ahí y resulta imposible negar su existencia, sin embargo para ejercer el liderazgo es importante mantenerlo en su respectiva dimensión y cuando no somos los líderes de un equipo nuestra función podría ser exponer a los líderes cuando su ego empieza a manejar las decisiones que afectan a los equipos.