«Deseos, Propósito y Apuestas» – Parte 2/3
Hace dos días te compartí «¿Cómo te quieres sentir?» como una forma de empezar a formular lo que quieres hacer el siguiente año, ahora lo que toca es aterrizar mas esos sentimientos para ponerlos en contexto.
«Deseos» y «Propósitos son dos cosas muy diferentes pero “Apuestas” lo son todavía aún más. El ambiente en el que vivimos no esta exento de sorpresas, el día de mañana puede venirse una devaluación que manda al traste todos lo que habíamos planeado, es decir si tenemos el deseo de “Ahorrar dinero este año” eso se puede venir al traste si la situación del país se agrava y en realidad por lo que tenemos que luchar es por conservar el trabajo.
Tener una lista de “deseos” es algo muy sencillo pero muy peligroso ¿Por qué? Simple, por que pueden ser vagos y no estar aterrizado con la realidad “Quiero ser feliz”, “Tener mucho dinero” etc, los deseos es algo que cualquiera puede tener sin embargo el hablar de “propósitos” es algo más aterrizado, no estoy hablando que tener deseos sea algo malo, al contrario no podría existir un propósito si éste no nace de un deseo, el deseo es la tierra de cultivo para que las cosas se den.
Sin embargo falta todavía una cosa y es “una apuesta”. La situación que vive el país tarde que temprano nos acabará por beneficiar o perjudicar, si tu tienes el deseo de “Ahorra mucho dinero” y tu propósito es “Juntar n mil pesos para irte de viaje” correcto! vamos por el camino correcto pero metamos en la fórmula “le apostamos a que la economía irá bien”, esta apuestas te permitirá tener planes de contingencia y te obligarán a tener alternativas.
Pongámoslo en un ejemplo:
Puedes desear “casarte en el 2015”, y tener el propósito de “hacerlo a mediados de año”, pero tienes que hacer la apuesta de “que juntarás lo necesario para solventar los gastos”, sin embargo si la apuesta te falla, puedes retrasarlo hasta final de año.
Ponemos nuestras expectativas en aquellas cosas que no podemos realizar, así justificamos la razón de nuestros fracasos, no caigas en esa trampa
Realiza tus apuestas basadas en el entorno que te rodea y espera lo mejor, pero prepárate para lo que pudiera salir mal. Los planes de contingencia son eso “planes” para lo único que sirven es para saber que harás si algo no va bien, pero no garantizan absolutamente nada.
No actúes basado en deseos, lo único que estarán creando es un castillo de naipes
Empieza decidiendo cómo te quieres sentir para después desear, márcate propósitos y básalos en apuestas.